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          Mezclas de suelo a base de coco hechas a mano para tus...
 
     
    🎍 El Sustrato Para Bambú perfecto para un crecimiento saludable y plantas felices
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
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*Según una encuesta respondida por 1182 clientes que utilizan SYBASoil desde hace más de 30 días.
No se han detectado plagas del suelo, como mosquitos del mantillo o pulgones de la raíz, desde que se utiliza SYBASoil.
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Si por alguna razón no lo conseguimos, solo tienes que ponerte en contacto con nosotros a través de info@sybotanica.com o devolver tus artículos sin complicaciones en un plazo de 30 días.
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Los nutrientes de SYBASoil se agotarán en unos 6 meses de media.
Te aconsejaremos sobre el fertilizante adecuado después de realizar nuestro análisis de la planta.
Recomendamos trasplantar la planta cuando se dé alguna de estas circunstancias:
El 94,2 % de los clientes notan un crecimiento visiblemente más fuerte de las raíces y las hojas en pocas semanas.
También notarás que el riego resulta mucho más fácil gracias a la estructura adecuada del suelo.
 
Con el tiempo se compacta demasiado, lo que hace que deje de absorber agua.
Por eso optamos por la fibra de coco y los humus de lombriz, que mantienen la tierra para macetas aireada y utilizable durante mucho más tiempo. ¡Mucho más respetuoso con el medio ambiente y menos CO2!
 
Tu Bambúes merece el mismo amor.
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El bambú tiene un crecimiento subterráneo vigoroso, lo que requiere un suelo transpirable, estructuralmente estable y lo suficientemente rico como para soportar un crecimiento rápido sin volverse demasiado denso o empapado. Mezcla de Ficus logra ese equilibrio. Está formulado para favorecer la expansión activa de las raíces y el crecimiento vertical, al tiempo que mantiene el control de la humedad, algo imprescindible para mantener el bambú sano tanto en interiores como en exteriores.
Así es como cada ingrediente favorece al bambú:
Fibra de coco sustrato: ayuda a retener la humedad de manera uniforme en todo el recipiente. Al bambú no le gusta secarse por completo, y la fibra de coco retiene el agua lo suficiente sin dejar de ser ligera y transpirable.
Humus de lombriz: proporciona un suministro suave y de liberación lenta de nutrientes, incluidos nitrógeno y potasio, dos elementos que le encantan al bambú. Esto fomenta la producción de brotes fuertes y hojas verdes vibrantes sin el riesgo de quemaduras por nutrientes.
Perlita: mejora la aireación y el drenaje de las raíces. Esto es esencial para el bambú, especialmente en macetas, donde la circulación de aire en la zona de las raíces ayuda a prevenir la pudrición de las mismas y favorece un crecimiento denso y erguido.
Arena hortícola: aumenta la velocidad de drenaje y da a la mezcla una textura seca y desmenuzable. Esto ayuda a prevenir el encharcamiento, especialmente en entornos con mucha humedad o en macetas profundas.
Chips de coco: añaden una estructura gruesa y abierta que favorece la circulación de aire alrededor de las raíces y evita la compactación con el tiempo. Especialmente beneficioso para palmeras en macetas grandes que requieren riego regular.
Grava volcánica: añade contenido mineral y mejora la estructura del suelo. También evita la compactación a largo plazo, lo que es especialmente importante para los rizomas extensos del bambú.
Carbón activado: favorece la salud del sistema radicular al absorber el exceso de sales y toxinas del agua o la acumulación de fertilizantes. Esto mantiene el equilibrio del entorno de cultivo, especialmente en recipientes cerrados.
Nutrientes orgánicos: proporcionan una alimentación equilibrada y duradera que mantiene al bambú con energía para un crecimiento continuo. A diferencia de los fertilizantes sintéticos, estos no provocan aumentos repentinos de crecimiento seguidos de estrés o amarilleamiento.
Juntos, estos componentes crean una base de apoyo, de drenaje rápido y de nutrientes estables para que el bambú crezca alto, verde y vigoroso, especialmente en recipientes donde el flujo de aire y el control del agua son fundamentales.
El bambú crece de forma natural en una amplia gama de entornos, desde bosques tropicales húmedos hasta laderas montañosas secas, dependiendo de la especie. Los tipos más comunes utilizados en la jardinería doméstica, como Phyllostachys, Fargesia y Bambusa, son originarios de Asia, especialmente de China, India y el sudeste asiático.
En sus hábitats nativos, el bambú suele crecer en suelos sueltos y ricos, con alto contenido orgánico y buen drenaje. Los suelos forestales donde prospera el bambú tienden a mantenerse uniformemente húmedos gracias a la materia vegetal en descomposición, pero nunca son pantanosos. El bambú ha evolucionado para echar raíces profundas y rápidas en suelos que son a la vez transpirables y resistentes; no se desarrolla bien en entornos estancados o compactados.
Nuestro mezcla de ficus recrea estas condiciones sueltas y biológicamente activas. Mantiene la zona de las raíces fresca y húmeda, ofrece una liberación constante de nutrientes y evita la compactación que puede dificultar la tendencia natural del bambú a extenderse.
El bambú requiere poco mantenimiento una vez establecido, pero con la configuración adecuada y un cuidado constante, puedes maximizar su salud y crecimiento, especialmente en macetas.
Luz: La mayoría de los bambúes prosperan con luz brillante indirecta o sol parcial. Algunas especies toleran el sol directo, pero las variedades de interior, como Fargesia, prefieren la luz filtrada. Observa el color de las hojas: las hojas pálidas suelen indicar que reciben demasiado sol.
Riego: Mantén la tierra constantemente húmeda, pero nunca empapada. Riega en profundidad cuando los 3-5 cm superiores estén secos. En climas cálidos o ventosos, aumenta la frecuencia de riego, ya que el bambú pierde mucha agua a través de sus hojas.
Alimentación: Con mezcla de ficus, tu bambú ya tiene una base nutricional sólida. Para especies de crecimiento más rápido o instalaciones al aire libre, puedes complementar con un fertilizante orgánico de liberación lenta en primavera y mediados de verano. Evita la sobrealimentación: el exceso de nitrógeno puede provocar tallos débiles y larguiruchos.
Poda: Poda regularmente las cañas muertas o dañadas para mejorar la circulación del aire y mantener la planta ordenada. En el caso de los bambúes en macetas, recorta los brotes nuevos si se vuelven demasiado altos o densos.
Tamaño de la maceta: El bambú puede crecer rápidamente y superar el tamaño de su maceta. Trasplántalo cada 2-3 años a una maceta más grande o divide el cepellón para controlar el tamaño. Utiliza siempre mezcla de ficus fresco para renovar los nutrientes y la estructura.
Cuidados en invierno: La mayoría de las variedades agrupadas son resistentes al frío, pero las plantas jóvenes o las que están en macetas pueden necesitar protección en climas helados. Envuelve las macetas o llévalas a un lugar protegido para evitar daños en las raíces.
Con el suelo adecuado y un poco de atención, el bambú se convierte en una de las plantas más gratificantes de cultivar: rápido, verde, arquitectónico e increíblemente resistente. Tanto si buscas un aspecto moderno y minimalista como una exuberante pantalla de privacidad, mezcla de ficus prepara el terreno para que el bambú crezca fuerte y se mantenga sano.